Nunca
fue tan breve una despedida
Nunca me creí que fuera definitiva
Nunca quise tanto a nadie en mi vida
Nunca a un ser extraño le llamé
mi familia
(Flor de Loto, E Bunbury)
Supongo que nos asusta la distancia, nos intimida saber que hay millones de rocas, tierra y un océano entre nosotros separando nuestras tardes Talvez nos da miedo pensar en qué podría pasar; si un minuto es la eternidad, un año sería inaguantable. Y entonces nos entra el temor más comprensible de todos: el cambio. Quisiéramos que todo pudiera seguir igual, que no nos afectara el tiempo y el ruido afuera. Pero es inevitable, vamos a cambiar. Querámoslo o no, un año nos va a hacer crecer y avanzar, dar uno que otro tumbo y volvernos a levantar. Y aunque desearíamos pensar que en un año nos encontraremos en el mismo lugar, todos sabemos que es una mentira, dulce pero falsa. Sin embargo yo creo que ese cambio no nos va a resquebrajar. Sí, cambiaremos como personas, creceremos, pero la amistad crece con nosotros y en su esencia sigue siendo igual. Entonces no nos veremos aquí mismo dentro de un año, pero nos veremos un poco más adelante en el camino; seguiremos siendo las Tortugas Ninja, adentrándose en un bosque cerca del volcán Poás.
En el fondo no tenemos nada que temer, tenemos el mundo en las manos y somos dueños de la situación. ¿Quién nos podrá detener? ¿Qué nos podrá separar? Somos los cuatro grandes, el cuarteto mágico, estemos donde estemos. Ahora nos queda esforzarnos un poco más, trabajar por mantener viva la amistad que recíprocamente nos da vida. Desafiemos el maldito tiempo, que nos sobra y a la vez nos falta, enloqueciéndonos en una prisión momentánea. Si todos queremos mantener esto vivo no hay forma de que pueda desvanecerse. El secreto está en mantener el contacto siempre, aunque sea para decir la tontera de la semana. Nos cambiaron el medio de comunicación, pero no pueden cambiarnos el vínculo en si. Es cierto, la mayoría de las veces la distancia tiende a asesinar todo tipo de relaciones, pero hay excepciones que funcionan con esfuerzo, y yo creo firmemente que nosotros seremos una.
Así que
hoy les hago esta propuesta, que nos reunamos dentro de un año a ponernos
al día y a recordar. Pasemos la noche en blanco filosofando y contándonos
anécdotas, desafiando nuevamente cualquier probabilidad. Dartagnan
habrá regresado y los mosqueteros estarán al fin completos de
nuevo. "Uno para todos y todos para uno" Y nos reiremos
del tiempo y de las gentes, y de aquella noche de miércoles en que
parecía por momentos que nuestro mundo llegaba al final.